Preguntada en la radio el pasado lunes (20/11/00) sobre la labor desarrollada en el año y medio que lleva en la alcaldía, Mª José Bozal contestó que había desbloqueado la biblioteca, las rotondas y el puente; había pavimentado la C/ las Murallas, iba a pavimentar la calleja del Rey, y esperaba la devolución del cuartel. Olvidó nombrar el aparcamiento de la Huerta de la Misericordia, realizado al poco tiempo de ocupar el cargo, y por el que personalmente felicité a Rafael Beitia, deseando que continuaran por ese camino.

Aún aceptando el término desbloqueo para designar lo que ha sido continuar la gestión iniciada por el ayuntamiento anterior, debe reconocer la alcaldesa que el balance es mas bien magro, por lo que le animo a acelerar la marcha para que al final de la legislatura podamos utilizar un calificativo más favorable.

Y le animo a hacer una reflexión: si el balance que hasta la fecha puede presentar se debe a que otros ayuntamientos iniciaron proyectos que, por su envergadura, no pudieron terminar, este ayuntamiento debe adoptar iniciativas que el próximo pueda continuar. Lo cual es válido tanto si el sillón presidencial lo ocupa la misma persona, otra de su partido, o una de la oposición.

Esto que comento es absolutamente necesario para el desarrollo de Estella, así como para la autoestima del actual equipo de gobierno. El déficit que arrastra nuestra ciudad no permite que los ciudadanos podamos tolerar una legislatura parcial o totalmente blanca, y para los que nos gobiernan, debe ser muy triste presentar un balance en el que su único mérito haya sido inaugurar obras en cuya iniciativa y gestión poco o nada han tenido que ver, y que, puede darse el caso, por ellos nunca se hubieran desarrollado.

Debe demostrar nuestra alcaldesa que la sintonía entre ella y el presidente del Gobierno hay, por ser colegas del mismo partido, es rentable para la ciudad de Estella, tanto en forma de inversión como rompiendo la discriminación que hasta la fecha venimos padeciendo. Esto es lo que todos los estelleses queremos ver, independientemente de nuestra afinidades políticas. Nada será mas agradable para el que firma estas líneas, que poder decir dentro de dos años: a un ayuntamiento bueno sucedió otro mejor. Y nada más triste que observar que la inactividad municipal nos aboca a la decadencia.

Nota: esta colaboración se publicó en el número 203 de la revista Calle Mayor, el 31/11/00.